EN EL MANGO SE APLICA EL DERECHO HUMANITARIO

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IMG_1670Las noticias parecen surrealistas. Los habitantes de un pequeรฑo corregimiento del municipio de Argelia (Cauca), obligaron a irse del poblado a un destacamento de la policรญa allรญ atrincherado en espera de combates. Treinta y ocho policรญas armados hagsta los dientes fueron rodeados por unas seรฑoras con niรฑos en los brazosmientras una retro excavadora manejada por un vecino desmontรณ las toneladas de bultos de arena que rodeaban el cuartel ubicado en medio de la poblaciรณn. Los dormitorios de los uniformados fueron incendiados ante varios centenares de campesinos que aplaudรญan. Al rato los policรญas vestidos para cualquier emergencia antiguerrilla se subieron en unos camiones y salieron por donde vinieron. Comunicados van y vienen. El General les dice que son unos cobardes y los desalojados declaran por radio que gracias a la gente que los sacรณ de ese hueco todavรญa estรกn vivos. โ€œNos abandonaron. Vivรญamos como animales. Si estuviรฉramos muertos nos dirรญa hรฉroesโ€, musitaron algunos.
Para completar el guiรณn los vecinos dicen que el Frente 60 de las FARC les advirtiรณ que si no desocupaban el cuartel el inminente ataque no solo acabarรญa con la humanidad de los 38 uniformados sino con lo que se atravesara a la punto 30 y a los tatucos. Y allรญ no termina la escena pues ante el anuncio del gobierno y del alto mando de enviar un batallรณn para cubrir cada centรญmetro del caserรญo de 150 viviendas, sus habitantes advierten que se verรกn obligados a dejar el lugar para no quedar atrapados entre fuegos.
Basta ver las fotos para entender de que se trata. El Mango queda entre montaรฑas; allรญ no hay ningรบn punto o camino estratรฉgico a defender pero en cambio el cuartel es blanco fรกcil para francotiradores o para un ataque de demoliciรณn.. La situaciรณn es tan frรกgil que una demanda cursada ante el Tribunal de Bogotรก llevรณ en octubre de 2014 a una sentencia que le ordena al gobierno el traslado de ese puesto o cuartel a El Plateado, que queda cerca y es realmente clave en la guerra anti insurgente y en contra de los Urabeรฑos. (ver nota en El Tiempo, 25 de junio/2015).
Estos antecedentes explican el agradecimiento de los policรญas, incluido su jefe local, por la expulsiรณn humanitaria. Salieron contentos de escapar de una muerte segura y solo temerosos de los juicios disciplinarios.
Ahora los lรญderes de El Mango estรกn amenazados de ser judicializados por asonada y complicidad con las FARC, cuando lo que en verdad hicieron fue actuar en concordancia con las normas humanitarias. Los convenios y protocolos de Ginebra para situaciones de conflicto armado, firmados y ratificados por Colombia, obligan al Estado a proteger a la poblaciรณn civil y prohรญben ubicar unidades de combate o cuarteles antisubversivos o antiterroristas en medio de la poblaciรณn; prohรญben tambiรฉn ocupar con tropa escuelas, centros recreativos, bienes culturales o de la misiรณn mรฉdica. Eso es el ABC del Derecho Internacional Humanitario.
En este capitulo del irrespeto a las normas del DIH lo ocurrido en El Mango (Argelia) deberรญa aprovecharse para que las partes implicadas en el conflicto armado en todo el paรญs reafirmen la estricta sujeciรณn a lo que manda el Protocolo II de los Convenios de Ginebra. Elementales compromisos incondicionales y unilaterales de aplicaciรณn de esos mandatos ayudarรญan mucho a desmontar la escalada de muerte y destrucciรณn que esta ensombreciendo a todos en Colombia. Esas normas humanitarias prohรญben por ejemplo ejecutar civiles en los retenes militares como ha ocurrido en San Andrรฉs de Pisimbala, en Inza y en tantas partes; proscriben el uso de minas antipersona y las ordenes de aniquilamiento total con bombardeos o de otra forma; el fusilamiento de combatientes en situaciรณn de indefensiรณn; el uso de quรญmicos o tรณxicos como armas de guerra; la toma de rehenes y secuestros; la destrucciรณn de infraestructura y bienes civiles. Otros convenios y tratados internacionales prohรญben emplazar unidades militares en la propiedad de particulares o en los territorios colectivos. La lista de prohibiciones sigue y es conocida por la guerrilla y por las agencias y fuerzas del Estado. Bastarรญa con que tomaran medidas estrictas para el cumplimiento por parte de sus propios efectivos y mucho se ganarรญa en vidas y en รกnimo de la gente para rodear las negociones de paz.
camilogonzalezposso@gmail.com

Bogotรก D.C. 27 de junio de 2015

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