LETICIA AMAZONAS ¿BASE POLICIAL TRANSNACIONAL?
El 3 de marzo de 2024, la Asamblea Departamental de Amazonas, mediante ordenanza, faculta al Gobernador de este Departamento para ceder un bien fiscal público a la Policía Nacional, destinado a instalar una Unidad Policial, de operación transnacional desde Colombia; financiada por los EE.UU; con 8,7 hectáreas, donde se invertirán más de 5 millones de dólares, a través de la “Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley”; la misma agencia de los EE.UU. que financia el proyecto de la Armada colombiana en la Isla Gorgona (Murillo, 2024).
Características:
- Este proyecto, financiado y controlado por los EE. UU., hace parte de una estrategia global, donde también se inscribe el proyecto militar en Gorgona, bajo idénticos intereses geopolíticos, en la región del “Corredor Marino del Pacífico Este Tropical” (González D, 2024).
- Incluye recursos de alta tecnología, para procesar, analizar y explotar información geoespacial (imágenes de satélites, radar, fotografía aérea, etc.).
- Tiene alcance transnacional, busca la participación de los países de la cuenca amazónica “para el control de delitos ambientales” relacionados, dice, con la siembra de hoja de coca, el narcotráfico, la minería ilegal, la deforestación y otros.
Pero…“¿quién es más bandido, quien asalta un banco o quien lo funda?” (Bertolt Brecht). En la Amazonia (como en todas partes), las primeras beneficiarias de estos crímenes son las redes financieras de los EE. UU. Así lo indica un informe de las organizaciones que conforman la Financial Accountability and Corporate Transparency (Lizarazo, 2024).
https://www.elespectador.com/ambiente/amazonas/un-informe-muestra-como-eeuu-se- estaria-beneficiando-de-delitos-ambientales-en-la-amazonia/
La hipocresía en todo esto siempre ha sido mayúscula. A pesar de los “propósitos” declarados de estos proyectos militares, sabemos que su objetivo básico es el control de los “recursos naturales” y sus fuentes, bajo relaciones neocoloniales de extractivismo; que, con la participación de las clases dominantes locales, conducen a la destrucción de la naturaleza y a injusticias sociales; que este control es un componente esencial de la política de “seguridad” de los EE. UU., en competencia con otras potencias mundiales; disputa geopolítica que incluye ahora los “minerales críticos”, significativos para la “transición energética” global, vestida de “verde”.
A esto se orienta el control militar de la selva amazónica. También de los mares y sus riquezas, de las rutas y de la comunicación interoceánica, como hemos señalado en relación con el Proyecto de “Estación de Guardacostas”, base militar naval, proyectada en Gorgona; isla que pertenece al mencionado “Corredor Marítimo” que incluye el Archipiélago ecuatoriano de las Galápagos, las islas Malpelo y Gorgona de Colombia, Coiba de Panamá, Coco de Costa Rica; donde se impulsa un proyecto regional del Comando Sur de los EE. UU., con extensión al Mar Caribe; que en Gorgona viola los derechos territoriales de los Pueblos ancestrales y conduce al riesgo de un crimen de ecocidio (González D y Toro, 2024).
SUBORDINACIÓN CRECIENTE DE COLOMBIA A LA ESTRATEGIA MILITAR DE EE. UU.
En el marco de un renovado proceso de militarización en el continente, se fortalecen relaciones de subordinación; que, en el caso de Colombia, se visibilizan en la presencia cada vez más ostensible y frecuente del Comando Sur de los EE. UU. y de la OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, de la cual el país es “socio global” desde el gobierno de Juan Manuel Saltos. A esto se suma la incorporación de Colombia, en enero 2024, a la “Fuerza Marítima Combinada” de 41 países, comandada por los EE. UU., que opera en el Mar Mediterráneo, el Mar Rojo, el Golfo Arábico y el Golfo de Adén. Los siguientes son algunos acontecimientos recientes, de mayo de 2024:
El 28 de mayo de 2024, es recibida en Bogotá, con honores, la jefa del Comando Sur de los EE. UU., Laura Richardson, para la REUNIÓN No.11 del “Diálogo de alto nivel”, de los EE. UU. y Colombia.
En tal contexto se realiza la visita “geoestratégica” -a la base aérea colombiana de Palanquero-, orientada a fortalecer la cooperación con la OTAN. Según declaraciones de Jorge Rojas Rodríguez, embajador colombiano en Bélgica, “Se reafirmó la relación de la OTAN con nuestra Fuerza Aérea luego de una impecable agenda en la Base Aérea de Palanquero…”
https://www.fac.mil.co/es/noticias/visita-geoestrategica-para-fortalecer-la-cooperacion-con-la-otan
La Armada de Colombia, por su parte, dentro de este mismo propósito de “Cooperación internacional”, recibe al Almirante Robert Peter Bauer (5to hacia la derecha), Jefe del Comité Militar de la OTAN, quien visitó unidades estratégicas de la fuerza naval colombiana y “conoció de primera mano sus capacidades para la defensa y la seguridad de la región Caribe”.
Anuncios y declaraciones:
Particular importancia tienen los anuncios de la General Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los EE. UU., sobre próximos ejercicios militares conjuntos, en el Pacífico colombiano: “Vamos a hacer ejercicios navales y de la Fuerza Aérea…”. En junio, el poderoso portaaviones nuclear George Washington vendrá a Colombia. Tiene capacidad para 100 aviones y 5.000 personas. (Ya estuvo en la Argentina de Javier Milei).
¿No hace falta la autorización del Senado de nuestro país y del Consejo de Estado, para el tránsito de tropas extranjeras por el territorio continental y los mares de Colombia, como ordena la Constitución Nacional?
Dice la General Richardson: “El presidente Petro, el ministro de defensa, el general Giraldo y otros líderes colombianos de defensa y seguridad han sido unos amables anfitriones, compartiendo generosamente su tiempo para hablar de la cooperación de nuestros países en materia de defensa”.
Para que no queden dudas sobre el enfoque geopolítico que anima estas relaciones, la General Richardson dice en la base de Tolemaida del ejército colombiano: “Las amenazas que buscan desplazar las democracias son China, Rusia e Irán y las organizaciones de crimen transnacional”.
ALGUNAS PROPOSICIONES PARA EL DEBATE – ANEXO 1
- Colombia es consagrada como “aliada estratégica” de los EE. UU. en América Latina, en el contexto de la llamada “seguridad hemisférica” (de los EE. UU.) y de la confrontación geopolítica y bélica mundial creciente.
- Por nuestra parte, debemos reiterar: NO estamos por el alineamiento con ninguna potencia geopolítica mundial, nuestra opción es la solidaridad internacional de los pueblos. (Como hoy con el Pueblo Palestino).
- Algunos sectores de la “izquierda”, de manera implícita, identifican aún la situación mundial con la “guerra fría”, cuando todavía existía la Unión Soviética; y se alinean de hecho con el actual régimen de Rusia, o con China. Otros sectores de la “izquierda” y del “progresismo” ceden a los intereses geopolíticos y al poderío militar de los EE. UU. y la OTAN. (En todo esto caben múltiples matices y particulares incoherencias).
- En tal contexto, no es fácil, pero es urgente sostener una posición internacionalista consecuente, frente a las potencias imperialistas mundiales.
- La lucha contra el proyecto militar en Gorgona coloca la soberanía popular en el centro del debate. Lo mismo hace la lucha de los pescadores raizales de Providencia, al defender los derechos territoriales y la unión de Pueblos étnicos transfronterizos del Mar Caribe, divididos por las “fronteras” de los Estados nacionales.
- Ésta es una ganancia de la lucha por la soberanía, que “reside exclusivamente en el pueblo” (Art. 3 CN); contra el neocolonialismo imperialista y contra el colonialismo interno, ambos opuestos a los derechos de los Pueblos (González D, 2024).
- “La transición “verde” se está tramitando como otra forma de hegemonía de las potencias contaminantes que promueven modelos de nuevo extractivismo y de economías de enclave. Entre tantas transiciones en boga se encuentra la transición a un nuevo reparto de recursos que colocan al sol, el agua, el viento, el fuego y los minerales críticos, como los objetivos de la codicia de los centros del poder económico, político y militar. El ADN neoliberal en la transición con renovables es otra amenaza para un siglo de desigualdad y de pueblos sacrificados” (González C, 2024).
- Sustituir los combustibles fósiles requerirá miles de millones de toneladas de cobalto, litio, cobre y otros materiales. Y se agudizan las disputas sobre el acceso a las fuentes de energía renovable marinas (oceánicas, eólica y geotérmica), y no renovables de explotación de hidrocarburos en los fondos oceánicos. Pero tal disputa con “despliegue de la fuerza militar”, no es sólo por las riquezas del fondo marino; pues los océanos, como medio de comunicación, transporte y relación básica entre los países, tienen una importancia estratégica creciente (González D y Toro, 2024).
- ¿Podrá tener algún peso efectivo el Tratado que anuncia el Gobierno colombiano, entre los países del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, para su “protección” y para garantizar “soberanía y gobernanza”, en este ámbito de subordinación militar a los EE. UU. y de alianzas y compromisos militares que no se cuestionan?
EXTRACTIVISMO Y ECONOMÍA DE GUERRA INTERNA – ANEXO 2
El fortalecimiento de diversas fuentes de ingresos de grupos armados ilegales en Colombia, sumadas a sus “rentas” tradicionales, es un proceso notorio, cuyas expresiones será necesario identificar localmente. Pero, en términos globales, así es descrito en el texto “Economías criminales, extractivismo y acumulación…” (Terán y Scarpacci, 2024):
“… el comercio ilegal de vida silvestre, la extracción ilícita de oro, diamantes y otros minerales, el tráfico de madera, el acaparamiento de tierras, el contrabando de combustible, entre otros, se han convertido en la principal fuente de ingresos para los grupos armados irregulares y las denominadas organizaciones terroristas. Los delitos ambientales, en su conjunto, representan el 38 % de la financiación de conflictos y para el accionar de estas organizaciones, más que el tráfico de drogas”.
El extractivismo de todo tipo (ejemplo: “drogas” proscritas y minería), siempre entrelazó lo “legal” y lo “ilegal”, desembocó en los circuitos del capital financiero y, además, fortaleció la economía de los grupos irregulares en el conflicto armado interno en Colombia. Pero ahora, como algo “nuevo”, los grupos armados ilegales tenderían a vincular su financiación también con recursos estratégicos para la nueva revolución tecnológica y energética del capitalismo global. Por ejemplo, según información que vale la pena confirmar y ampliar:El diario EL TIEMPO con base, según dice, en reportes de “inteligencia militar”, se refiere a la extracción ilegal de coltán en Colombia y sus rutas de exportación, se supone, a China. ¡Que pasan por bodegas en Bogotá! en su tránsito a puertos marítimos. Tal exportación estaría controlada por el grupo armado “La Nueva Marquetalia”, con destino al desarrollo legal industrial chino de su producción electrónica. China resultaría así país comprador en un negocio ilegal (por confirmar y cuantificar). Pero, además, China es un “socio” cada día más fuerte de la minería legal en nuestro continente.
EL TIEMPO, ‘Oro azul’: disidencias de alias Jhon 40, tras la explotación ilegal de coltán.
- “Ejército incautó toneladas de coltán”. Foto: VIII División Ejército.
- “Ejército ha identificado las rutas de tráfico de coltán hacia Bogotá que usarían disidentes Farc”.
La diversificación de las finanzas de los grupos ilegales podría llegar muy lejos, en tiempos de la “crisis climática” … y del “extractivismo” neocolonial.
Según informe de la Defensoría del Pueblo, “…Los grupos armados que hacen presencia en la Amazonia colombiana están usando proyectos de bonos de carbono, minería ilegal, deforestación y extracción de hidrocarburos para financiarse…”
Pero al final, los mayores “beneficios” del extractivismo, “legal” e “ilegal”, desembocan en las redes del capital financiero y sirven a la acumulación y reproducción capitalista, depredadora de la naturaleza y de los seres humanos.
BIBLIOGRAFÍA
- González Darío y Toro Catalina, ¿Una “base militar” en la isla Gorgona? Abril 2024. https://www.revistaciendiascinep.com/home/una-base-militar-en-la-isla-gorgona/
- González Darío, En gorgona y la Amazonia: por la vida y los derechos de los pueblos, mayo 2024. https://indepaz.org.co/en-gorgona-y-la-amazonia-por-la-vida-y-los-derechos-de-los-pueblos/
- González Camilo, La explosión solar en Colombia, INDEPAZ, 2024. https://indepaz.org.co/la-explosion-solar-en-colombia/
- Lizarazo María Paula, Un informe muestra cómo EE. UU. se estaría beneficiando de delitos ambientales en la Amazonia. EL ESPECTADOR, Bogotá, 8 de mayo de 2024. https://www.elespectador.com/ambiente/amazonas/un-informe-muestra-como-eeuu-se- estaria-beneficiando-de-delitos-ambientales-en-la-amazonia/
- Murillo Kevin, Amazonas y Gorgona ¿en la mira de Estados Unidos? MAS Colombia, 30 de abril de 2024. https://mascolombia.com/amazonas-y-gorgona/
- Teran Mantovani Emiliano y Scarpacci Martín, Economías criminales, extractivismo y acumulación entrelazada: un análisis multiescalar de los nuevos escenarios latinoamericanos, 2024. http://scielo.senescyt.gob.ec/pdf/urvio/n38/1390-4299-urvio-38-00008.pdf
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Por Dario Gonzalez Posso,
Investigador de INDEPAZ. Intervención (corregida y con anexos). Conversatorio virtual “Ambiente y violencia”. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá 4 de junio de 2024.
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