Bogotá 24 de febrero de 2016 – La Misión de la ONU en Colombia y el Equipo País del Sistema de Naciones Unidas en Colombia acogen con beneplácito la instalación de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad (CNGS) realizada ayer en la ciudad de Popayán (Cauca). Se destaca la apertura de la Comisión para invitar a sus sesiones a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas así como a representantes de partidos y movimientos políticos y de otros organismos nacionales e internacionales especializados.
La ONU destaca la relevancia de esta Comisión del más alto nivel, encabezada por el Presidente Juan Manuel Santos, y que surgió en el marco del Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP. Su mandato incluye el diseño y seguimiento de la política pública y criminal encaminada al desmantelamiento de cualquier organización o conductas que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz.
A través de su personal desplegado en las áreas más afectadas por el conflicto, la ONU ha tomado atenta nota de las inquietudes de comunidades, autoridades locales e instituciones nacionales preocupadas por la continuación de hechos de violencia contra líderes sociales y comunitarios así como defensoras y defensores de derechos humanos. También ha notado la preocupación que en algunas regiones genera la presencia de nuevos actores armados mientras los miembros de las FARC-EP están agrupados en las Zonas Veredales.
La interlocución entre organizaciones de la sociedad civil y las entidades del Estado, en espacios como el de la Comisión instalada el día de ayer, es un paso acertado para afrontar los retos de seguridad y protección.
La sociedad colombiana aspira profundamente a cerrar el capítulo de la violencia en la historia de su país. La ONU considera que el compromiso de la Comisión para enfrentar sin demora las diferentes causas de la violencia otorgará mayor legitimidad al necesario despliegue del Estado en los territorios afectados, permitiendo que las comunidades más golpeadas por el conflicto gocen finalmente los dividendos de la paz y el desarrollo.