Declaración del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, el término de la reunión de la Comisión Asesora para la Paz

Por Gobierno central

Buenas tardes. Me acabo de reunir con los negociadores plenipotenciarios del Gobierno en la Mesa de conversaciones de La Habana y luego todos nos reunimos con la Comisión Asesora para el Proceso de Paz.

Interpreto a la inmensa mayoría de los colombianos cuando digo que todos esperamos que las negociaciones avancen con un mayor ritmo.

La paciencia de los colombianos no es infinita, y es responsabilidad de la Mesa de Diálogo que dicha paciencia no se agote.

Los ojos del mundo están puestos en nosotros.

El conflicto colombiano –entre decenas de conflictos y guerras en el mundo– es el único que está en vía de solución, y la comunidad internacional nos mira con esperanza y con simpatía.

Pero el interés y el respaldo de la comunidad internacional tampoco son eternos.

Junto con los negociadores, acabamos de informar a los miembros de la Comisión Asesora del Proceso de Paz sobre los avances que hemos tenido y también las dificultades que se presentan y, por supuesto, escuchamos atentamente sus opiniones.

Como todos saben, de 5 puntos temáticos que componen la agenda de negociación, ya fueron acordados tres y estamos discutiendo ahora los dos últimos, que son complejos, que son difíciles:

Los derechos de las víctimas –que incluye el tema fundamental de la justicia transicional–.

Y el fin mismo del conflicto –que incluye la dejación de armas y la reincorporación de los excombatientes a la vida civil–.

Estos dos puntos los estamos discutiendo simultáneamente, con la ayuda, además, de unas subcomisiones técnicas que avanzan en forma paralela:

Una Subcomisión Técnica de Fin del Conflicto, con presencia de altos oficiales de las Fuerzas Militares y de la Policía, que se ha reunido ya en cuatro ocasiones, en la que ya se fijó una metodología de trabajo y se está estudiando la forma en que se pondrá en práctica el cese bilateral y definitivo de fuego y hostilidades, y la dejación de armas.

La otra subcomisión es una Subcomisión de Género que busca garantizar que en los acuerdos esté presente el enfoque de género, es decir, que se tenga en cuenta la adecuada participación de la mujer colombiana y su problemática.

Adicionalmente, para desescalar el conflicto, ya hay una hoja de ruta para implementar un proyecto piloto de desminado, con el apoyo de una organización noruega.

En el tema de justicia, estamos trabajando en varios frentes, buscando, como lo he dicho en varias ocasiones, satisfacer y reparar a las víctimas pero al mismo tiempo lograr el fin del conflicto.

Es decir, lograr la máxima justicia que nos permita la paz.

En ese sentido, los negociadores y el suscrito nos reunimos hace unos días con el Vicefiscal de la Corte Penal Internacional, el señor James Stewart.

Fue un encuentro muy importante, donde el Vicefiscal nos dejó claro que en materia de penas los Estados tienen una amplia discrecionalidad, pero que, al mismo tiempo, las penas deben cumplirse efectivamente.

El Alto Comisionado de Paz, el doctor Sergio Jaramillo, también se reunió la semana pasada con la Fiscal de la Corte Penal Internacional en La Haya. Y le dijo lo mismo.

Esto es crucial en nuestro empeño de lograr un acuerdo de paz que esté conforme con nuestras obligaciones internacionales, en particular las emanadas del Estatuto de Roma.

Esta misma tarde viajan el Alto Comisionado de Paz y los negociadores plenipotenciarios a La Habana para adelantar una nueva ronda de negociaciones.

Como se ve, avanzamos en diversos temas y al mismo tiempo. Pero son temas difíciles, donde los acuerdos se construyen, por supuesto, con paciencia y serenidad.

Pero mis instrucciones a los negociadores es que sigan impulsando avances efectivos que nos lleven al puerto deseado de la paz.

La paciencia de los colombianos no es infinita y llegó el momento de las decisiones, el momento de trabajar más intensamente. No podemos desaprovechar esta oportunidad. No dejemos que pase el tren de la historia. El tiempo se volvió enemigo de la confianza en el proceso.

He decidido reforzar el equipo negociador en La Habana con la Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, que seguirá ejerciendo como Canciller, y también con el empresario, muy conocido por los colombianos, Gonzalo Restrepo. Son dos personas de reconocida trayectoria, de reconocida seriedad y responsabilidad con el país, y estamos seguros de que serán un gran aporte en este momento decisivo de proceso. No estarán permanentemente en La Habana, pero sí irán con frecuencia para ayudar al equipo negociador.

Sabemos que no es fácil seguir creyendo cuando no hay avances visibles, pero les pido a los colombianos que no desfallezcamos.

Este es un esfuerzo de todos por el bien de todos, y los negociadores viajan a La Habana con instrucciones precisas de avanzar. Espero que así sea. Muchas gracias.