ย La invasiรณn de humedales y ciรฉnagas por la expansiรณn ganadera de los รบltimos 50 aรฑos y la tala voraz de los bosques y laderas, llevan a convertir una temporada de lluvias fuertes en torrentes impetuosos sobre rรญos, quebradas y represas. ย Nada mรกs fรกcil y falaz que atribuir la desgracia a fuerzas de la naturaleza, al โcambio climรกticoโ en abstracto, cuando es resultado de polรญticas imprevisoras ย y de prรกcticas propias de la forma como los seรฑores de la tierra han ido copando el territorio.ย
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