Ahora empieza la Mesa de Quito con dos temas: la participaciรณn de la sociedad y las dinรกmicas humanitarias. Sobre lo primero se ha dicho mucho, sobre lo segundo se ha dicho muy poco. Aunque la agenda Gobierno-ELN fue escrita pensando en un proceso lineal, la realidad es terca. El proceso de las FARC, por ejemplo, demostrรณ que la flexibilidad se impone y que los puntos pueden adelantarse segรบn la dinรกmica que vaya tomando la Mesa.
De las muy pocas cosas buenas que dejaron estos 11 meses de espera para dar inicio a la Mesa de Quito, estรก el adelanto del punto 5F: โdinรกmicas y acciones humanitariasโ. Asรญ pues, esta primera ronda explorarรก la forma en que la sociedad participarรญa en la Mesa y la atenciรณn de algunas de las consecuencias del conflicto.
Lo humanitario, como concepto, es la respuesta a favor de las vรญctimas. Pero no es una respuesta a largo plazo ni estructural, sino que reconoce su limitaciรณn temporal. Su afรกn es aliviar el sufrimiento, garantizar la subsistencia y proteger derechos humanos. En este sentido, no debe confundirse con el punto de vรญctimas, que apunta a una respuesta en tรฉrminos de verdad, justicia y reparaciรณn.
El punto 5F hace parte de las medidas para โerradicar la violencia en la polรญticaโ. Para el Gobierno lo humanitario se asocia, entre otros puntos, con el drama del secuestro; pero son conscientes que la agenta humanitaria va mucho mรกs allรก. Para el ELN son varios los puntos: la situaciรณn carcelaria no solo de sus integrantes detenidos, sino en general de los miles de presos del paรญs, asรญ como la suerte de los lรญderes sociales amenazados y asesinados en los รบltimos meses. Se podrรญa incluir tareas como el desminado, la desapariciรณn forzada y la (incumplida) atenciรณn a la poblaciรณn desplazada, etc.
Habrรญa tres รกmbitos para encarar la discusiรณn de lo humanitario en la Mesa de Quito. Primero, la protecciรณn, lo que equivale a la prevenciรณn efectiva del daรฑo, especialmente a los civiles. La acciรณn humanitaria no es solo โdar arrozโ si las vรญctimas siguen siendo asesinadas. Y no se protege mediante el Twitter, ni se resuelve mediante decretos. La protecciรณn se mide en la disminuciรณn efectiva de atentados contra la poblaciรณn civil. Incluso, para eso deberรญamos contar con observatorios de la sociedad, que sean efectivos sistemas de alerta temprana que, en tiempo real, hagan saber de las amenazas en curso.
El derecho humanitario no prohรญbe los actos de guerra, pero lo humanitario (mรกs allรก del derecho) sรญ nos alienta a la disminuciรณn de las hostilidades (vale aclarar que hostilidades son actos contra el combatiente enemigo y no, como ha hecho carrera en Colombia, ataques a la poblaciรณn civil). La dinรกmica humanitaria podrรญa llevar a que los actos de guerra disminuyan, sobre la base de acuerdos parciales, con la supervisiรณn de la comunidad internacional y de la sociedad.
Lo anterior, ojala mรกs temprano que tarde, nos deberรญa llevar a un cese permanente de hostilidades, es decir, a una tregua bilateral. El Gobierno ha sido claro en que no es una opciรณn en la primera fase de negociaciรณn con el ELN, pero la estudia como posibilidad sin que sea necesariamente el รบltimo punto de la agenda. El ELN por su parte ha insistido en la tregua bilateral desde el inicio de la fase formal.
Toda tregua en particular y todo acuerdo en general, tienen momentos de incumplimiento, pero esto no es argumento suficiente para desechar los retos. Organizaciones como la ONU, el CICR y la Iglesia estรกn llamadas a acompaรฑar el proceso, asรญ como los paรญses acompaรฑantes de la Mesa; pero recogiendo el espรญritu de participaciรณn que impregna toda la agenda, deberรญa haber un puesto para la sociedad, quien ha sufrido precisamente las dolorosas consecuencias humanitarias sobre las que ese punto intentarรก decir algo.
Dice tambiรฉn la agenda con el ELN, que se buscarรก โcoordinaciรณn y sincronรญaโ con el proceso de La Habana. Y lo humanitario es una buena oportunidad para combinar lo firmado con las FARC, lo a discutir en la mesa de Quito y lo que dice la sociedad.
PD: Lรกstima que la instituciรณn nacional mรกs llamada a jugar un papel crucial en este punto, la Defensorรญa del Pueblo, estรฉ cada vez mรกs cerca de la burocracia y mรกs lejos de pueblo. Bien merecerรญa una buena reforma para que estรฉ a tono con los retos de la construcciรณn de paz.
Tomado de: www.elespectador.com – http://www.elespectador.com/opinion/opinion/el-punto-5f-columna-678988