Con el empate que se observa en la composiciรณn del Congreso de la Repรบblica, la suerte de la implementaciรณn de los acuerdos de paz depende del resultado de las elecciones presidenciales. El Centro Democrรกtico prometiรณ en campaรฑa que el 20 de julio o el 7 de agosto presentarรก un proyecto de reforma constitucional para cambiar la Jurisdicciรณn Especial para la Paz de modo que los ex miembros de las FARC โ EP sรณlo puedan ocupar cargos de representaciรณn popular una vez tengan todas sus cuentas saldadas con la justicia y, los que sean condenados lo hagan con privaciรณn efectiva de la libertad. A ese ajuste a los acuerdos le agregan otros que reclamaron cuando triunfรณ el No en el plebiscito y que no se incorporaron en la renegociaciรณn realizada entre octubre y noviembre de 2017.
Dentro de la coaliciรณn que defiende la candidatura de Ivรกn Duque hay matices sobre el alcance de la renegociaciรณn de los acuerdos de paz con las FARC, tal como lo ha expresado Marta Lucia Ramรญrez para quiรฉn no se debe โhacer trizasโ el acuerdo pero en cambio coincide en la reforma constitucional a la JEP y en darle mayores seguridades a militares y a empresarios sobre su exclusiรณn de la justicia transicional y de la posibilidad de expropiaciรณn asรญ sea indemniza por razones de utilidad pรบblica o interรฉs nacional. Por la misma lรญnea estรก Cambio Radical, su candidato Germรกn Vargas Lleras y el Partido Conservador.
Ese bloque de derecha logrรณ 50 senadores y 86 representantes a la Cรกmara, frente a 57 senadores y 81 representantes a la Cรกmara de partidos o movimientos que con alta probabilidad votarรกn por mantener los acuerdos tal como fueron acogidos en reformas constitucionales en el Fast Track y en el texto pactado en La Habana y firmado el 24 de noviembre en el Teatro Colรณn de Bogotรก. Allรญ se cuentan los congresistas del Partido de la U, Partido Liberal, Partido Verde, Polo Democrรกtico, Decentes, Mira, FARC, indรญgenas y afros.
En otros temas de implementaciรณn de los acuerdos, como la Reforma Rural Integral, Polรญtica de Drogas, restituciรณn de tierras, reformas polรญticas (electoral, de partidos o Circunscripciรณn Especial para la Paz), la perspectiva es distinta pues ya se mostrรณ que dentro del partido liberal y el de la U buena parte de los congresistas le apuestan a la renegociaciรณn de los acuerdos y a la continuidad de las polรญticas tradicionales, neoliberales unas y de continuidad del rรฉgimen polรญtico clientelista y patrimonial.
Asรญ que la suerte de los acuerdos de paz y de la perspectiva de las exploraciones de pactos con el ELN depende de los resultados electorales para las presidenciales de mayo. Las candidaturas que estรกn en pie y defienden la paz son las de Gustavo Petro, Fajardo y Humberto de la Calle. Lo ideal serรญa un acuerdo entre ellos para ir unidos a la primera vuelta. Gustavo Petro cuenta con la favorabilidad en las encuestas y los buenos resultados en la consulta y en la votaciรณn a Congreso; Sergio Fajardo aunque no tuvo el protagonismo de la consulta se ve fortalecido por el triunfo de los Verdes este 11 de marzo y De la Calle tiene reservas importantes con los resultados del Partido Liberal que aunque perdiรณ curules es la primera fuerza en la Cรกmara de representantes y cuenta con maquinarias regionales.
El rompecabezas de la paz esta difรญcil de rearmar y se necesita mucha grandeza para un salto de unidad. Lo lรณgico serรญa un acuerdo entre los partidarios de los acuerdos de paz, lo que incluye al Partido de la U.
El candidato de unidad podrรญa ser Gustavo Petro con una Vicepresidencia y un programa que dรฉ un mensaje contundente de tranquilidad a la franja de opiniรณn que aรบn cree que Petro es un tiro al aire o parte del eje del mal castrochavista o comunista y que tambiรฉn de seรฑales al empresariado y a los militares de que se gobernarรก tambiรฉn con ellos en una transiciรณn democrรกtica al definitivo posconflicto.
Contra la posibilidad de este tipo de unidad estรก la aversiรณn de las Campaรฑas a cualquier alianza con Petro y los cรกlculos de cada uno despuรฉs del 11 de marzo: todos tienen motivos o expectativas para verse disputando la segunda vuelta y exageran las diferencias. Se especula que el Partido de la U esta siendo presionado desde arriba para plegarse a Germรกn Vargas Lleras pero que sus principales lรญderes no se sienten cรณmodos con esa componenda. Tambiรฉn se especula sobre exploraciones entre Fajardo y De la Calle e incluso de Clara Lรณpez con Vargas Lleras. Nadie ve a Claudia Lรณpez en fรณrmula con Vargas Lleras ni a Petro declinado a favor de Fajardo antes de la primera vuelta. La probabilidad no estรก en lรญnea con la necesidad.
Tenemos una semana crucial para que esta posibilidad remota se decante o para que al menos se haga una coaliciรณn bilateral. Intentarlo le darรก fortaleza a quienes la enarbolenโฆ.. incluso para lo que sigue si se impone la insensatez.