La Transición Energética no solo es un imperativo global, es también un componente prioritario de la agenda del sindicalismo mundial y el de nuestras organizaciones. La degradación ambiental y la reacción ciudadana mundial deben llevar a replantear la industria, a fijar metas y plazos eficientes para abandonar los combustibles fósiles y adoptar nuevas tecnologías.
Para Sintracarbón, Sintraelecol y la Unión Sindical Obrera es una necesidad contribuir a que se desate el proceso de transición energética basado en al menos tres cosas:
- Que haya una política pública nacional de transición que como mínimo permita cumplir realmente las metas del Acuerdo de París.
- Que esa política sea implementada mayoritariamente por empresas y entidades del Estado y que el Estado a su vez pueda regular y monitorear la intervención de los actores privados del sector minero y energético.
- Y que los avances en el proceso de transición energética no destruyan el trabajo decente y ni a las organizaciones sindicales del sector, sino que por el contrario genere condiciones laborales dignas y una fuerte organización sindical en el sector energético.