El Ministro Santos aplicó en este caso el manual de operaciones que aconseja brincarse las normas con el argumento de ser eficaces en la lucha contra los enemigos. ¡Todo vale cuando hay éxito! Es la doctrina Santos. Es la doctrina Ñungo en versión posmoderna: Hágale ministro que una vez tengamos aquí a los gringos con todos sus aparatos, le ponemos los artículos y parágrafos que se necesiten. La premoderna decía: “dispare positivo que después se averigua”.
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