Asombroso como adornan todo esto, con un lenguaje “ecológico”, con ofertas de programas de “desarrollo productivo” y “sostenible”, “ecoturismo” y “gastronomía”, “programas de desarrollo” para la región y hasta de “investigación “científica”. Para tratar de ganar el favor de pobladores, ciudadanos, o ambientalistas, también sirve el discurso de la “transición energética”, que se proclama “verde”. Y anuncian que la construcción del muelle será “en las próximas semanas”; así se evitará, dicen, que los turistas se bajen de las lanchas “en condiciones terribles” (textual)…
Sin dejar de plantear otros aspectos -como el ecocidio, la ausencia de “consulta previa”, la negación de los derechos territoriales de los Pueblos étnicos del litoral Pacífico, etc.-, ahora es indispensable volver también sobre los temas llamados de “seguridad”; en relación con los cuales estos voceros del Gobierno nacional, en la “Rueda de Prensa”, repiten como justificaciones los sofismas del “control del narcotráfico”, de “la pesca ilegal” incluido el “aleteo” de tiburones y hasta la prevención del “tráfico ilegal de personas”.
Para nada de esto sirve Gorgona con su radar militar y demás obras y ellos lo saben. El control de esos crímenes se inicia donde se originan, es decir en tierra. Otra cosa es que, por ejemplo, para una incautación de “drogas ilícitas”, la Armada escoja un lugar en el mar. Ya hemos hablado sobre esto en diversos documentos, con base en los manuales de la Escuela Superior de Guerra (Véase “Geopolítica y derechos” 3). ¿Para qué sirve entonces esta estación y radar militar en Gorgona? ¿Qué nos intentan ocultar?
Nos venden ahora, como novedad, la tesis de la “independencia” de este proyecto militar en relación con los Estados Unidos, EEUU. Dicen que el radar ya no se financiará con dinero de los EEUU, sino del Ministerio colombiano de Defensa. Agregan que la plata de cooperación de los gringos, que venía para el radar militar, se invertirá en los proyectos de reconversión energética, con paneles solares, y de investigación ambiental. Todo al servicio del ecologismo puro. ¡Qué ingenio! Cuando esto es apenas pasar plata de un bolsillo a otro.
Que es una modesta “estación de guardacostas”, dicen, y que ésta ya existe; que ahora se va a mejorar con habitaciones “dignas”, sin techos de asbesto, sino con paneles solares. Y ocultan los propósitos esenciales. Ante esto, sería útil, por ejemplo, preguntar a la General Laura Richardson, jefa del Comando Sur de EEUU, si este cuerpo militar que ella dirige renunció a sus planes geopolíticos en el “Corredor Marino Pacífico Tropical Oriental”, con proyección hacia el Caribe, SIGUE…