Una tras otra, las hojas entran en la boca como hostias quebrรกndose entre mordiscos y saliva. Se acomodan dentro de la mejilla y ahรญ se ablandan, se calientan, se disponen a entregar su apacible compaรฑรญa ofrecida en saliva verdosa y amarga. Es buena. Sus nervaduras tienen la virtud de transportar millones de aรฑos de evoluciรณn natural y un sin fin de intrigas por sus bondadosas propiedades quรญmicas. Es buena sin duda. Es resistente como una mamita boliviana; es una mamita que sustenta culturas.
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