Francisco De Roux nos presenta un artรญculo[1] en donde celebra la posiciรณn de cuatro cabildos indรญgenas, tres del municipio de Caldono y uno de Silvia(ยฟ?), consistente en admitir en sus territorios autรณnomos una de las 23 zonas veredales para presencia de las FARC.
Este artรญculo tiene gran importancia por venir de una persona tal calificada en estos temas. No obstante, es conveniente seรฑalar que el padre De Roux plantea dos argumentos bastantes cuestionables: 1. quรฉ estas cuatro comunidades se levantaron por encima del debate de las comunidades indรญgenas, para abrir espacio a las FARC en su proceso; 2. quรฉ la consulta popular (sic) planteada por el CRIC y la ONIC era โlarga e incierta en un asunto que no esperaba tiempoโ.
Respecto al primer argumento, es de aclarar que lo que prima en el movimiento indรญgena nacional y regional no es el debate y la duda sobre este tema sino una posiciรณn ya asumida en el sentido de exigir a la mesa de la Habana un diรกlogo que conduzca la aplicaciรณn de la consulta previa, libre e informada, para la implementaciรณn de los acuerdos. La situaciรณn de comunidades actuando por encima de posiciones ya asumidas organizativamente, aunque estรก en el marco de su autonomรญa, pone en riesgo la unidad del movimiento indรญgena, la cual es uno de sus principios constitutivos.
Como el padre De Roux estรก hablando de la posiciรณn del CRIC y de la ONIC, entendemos que se refiere a la consulta previa, libre e informada. El seรฑalamiento de lo demorado e incierto de este derecho fundamental de los pueblos indรญgenas, se ha esgrimido en casi todos los casos en que las comunidades indรญgenas exigen su aplicaciรณn (normas y proyectos de minerรญa, vรญas y macroproyectos); incluso desde el programa de sรฉptimo dรญa โdesarmonizaciรณn la flecha del conflictoโ se seรฑalรณ a la consulta previa como obstรกculo para el desarrollo nacional, exigiendo y presionando su reglamentaciรณn. Es de recordar que este derecho existe ante la vulnerabilidad de los pueblos indรญgenas luego de cinco siglos de etnocidio, y ante su inminente desapariciรณn.
En todo caso, en el caso de la consulta con los pueblos indรญgenas para la implementaciรณn de zonas veredales y campamentos, el tiempo ha sido factor favorable para hacerla pero no ha habido voluntad polรญtica de parte de los integrantes de la mesa de la Habana. Desde el aรฑo 2013, el CRIC ha entregado oficialmente al gobierno nacional la propuesta de reunirse con los negociadores de la Habana, pero no hubo respuesta sino solo hasta el pasado mes y, en este caso, con una metodologรญa que no permite avanzar en la resoluciรณn de las problemรกticas planteadas.ย La ONIC y el CRIC en sendas posiciones plantearon desde inicios de este aรฑo, la no aceptaciรณn a los sitios de concentraciรณn hasta tanto no se conociera quรฉ son รฉstos y exigiendo la consulta previa; desde esa fecha se habrรญa hecho una consulta en el municipio de Caldono sin ningรบn problema. Y aรบn hoy, sรญ se quisiera, esta consulta tiene el tiempo suficiente para realizarla.
Es de tener en cuenta que la autonomรญa de los pueblos indรญgenas se ha venido ejerciendo fundamentalmente desde cada comunidad, su territorio y autoridad; en este caso, segรบn informa el padre De Roux, lo han hecho las comunidades de Pueblo Nuevo, Pioya, Caldono y Tumburao. Pero es de recalcar que es la consulta previa la que permite que esta autonomรญa se garantice como derecho constitucional en torno a intervenciones externas sobre el territorio, y ella no se ha aplicado. Por otro lado, en el caso del municipio de Caldono hay una situaciรณn de autonomรญas entrecruzadas, ya que sรญ estas comunidades han tomado esta decisiรณn, no lo han hecho asรญ las otras comunidades indรญgenas del mismo municipio (La Laguna, Las Mercedes, Laguada) o de municipios vecinos como Jambalรณ, que, aunque no tendrรญan las zonas veredales sรญ tendrรญan los anillos de seguridad de parte de la fuerza pรบblica, lo cual llevarรญa a la militarizaciรณn de sus territorios, algo a lo que se ha opuesto el movimiento indรญgena de manera permanente.
El papel del Instituto de estudios interculturales de la Universidad Javeriana.
Alguno(s) de los cuatro cabildos mencionados vienen realizando acercamientos con el gobierno nacional aproximadamente hace un aรฑo, de manera reservada sin consultar ni notificar al CRIC ni a las comunidades. En este relacionamiento se han vinculado con la Universidad Javeriana, que ha venido comunicรกndose con determinados integrantes del movimiento indรญgena y ha promovido reuniones de autoridades de algunas zonas del Cauca, para trabajar una posiciรณn al respecto del proceso de paz quรฉ, luego de las posiciones pรบblicas del CRIC y de la ONIC, sea diferente a la de estas organizaciones. Visto a posteriori, hubiera sido deseable que:
- El debate sobre los sitios de concentraciรณn (hoy zonas veredales y/o campamentos), hubiera sido dado por las comunidades indรญgenas en menciรณn, al interior del movimiento indรญgena.
- La Universidad Javeriana no hubiera hecho un trabajo en torno a construir posiciones que se diferenciaran de las del CRIC y ONIC sino que buscarรกn acercamientos.
- La Universidad Javeriana partiendo de sus niveles de relacionamiento hubiera ayudado en gestiรณn del diรกlogo entre la mesa de la Habana y el movimiento indรญgena, de manera que no se pusieran en riesgo los derechos fundamentales de las comunidades sino, por el contrario, facilitando que estas sean actoras ciertas en la construcciรณn de un paรญs justo, diverso y democrรกtico.
Pero ello no se hizo. Razones tendrรก cada uno para su actuaciรณn: distintas elaboraciones acerca de la coyuntura, diferentes estrategias, apuestas y aspiraciones.
Todo ello no hace sino confirmar por ahora las amenazas y dificultades que se avizoran para el posacuerdo y la construcciรณn de la paz. Ojala nuestro compromiso implique que demรณcratas y organizaciones sociales, incluido dentro de ellas el movimiento indรญgena, logremos mantener la unidad suficiente y necesaria para avanzar hacia ese nuevo paรญs.
Henry Caballero Fula. Integrante de la comisiรณn de paz del CRIC.
[1] http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/los-nasas-de-la-reconciliacion-francisco-de-roux-columna-el-tiempo/16644007