Como es costumbre desde los tiempos de la dictadura del Estado de Sitio, lo que no puede hacerse ni por Constitución ni por ley y lo necesita algún poderoso, entonces se impone por decreto y vaya y quéjese al mono de la pila, haga una demanda que se demora cuatro años en tener respuesta final o bloquee una vía que allí lo espera el ESMAD, la fusilería antisubversiva y la judicialización por terrorismo o asonada.