La implementantación de los Acuerdos suscritos entre el gobierno Nacional y las FARC en materia de “drogas ilícitas” se puede convertir en la oportunidad para redefiniciones trascendentales en toda la política sobre sustancias psicoactivas y en particular frente a la economía de cultivos declarados ilegales de coca, marihuana y amapola. El compromiso central de ese acuerdo es la formulación de una nueva política, con una nueva visión y con la condición esencial de hacerla de manera participativa con todos los sectores implicados, grupos de interes y sujetos determinantes en el problema y para su solución.
Este texto es una aproximación a temas que pueden considerarse en ese camino de reformulación y de implementación de una nueva política. Partimos de mostrar los contenidos del acuerdo gobierno – FARC y de las propuestas desde las organizaciones sociales agrupadas en la Cumbre Agraria, destacando las de la Mesa de Interlocución y Acuerdo y las Mesas Regionales. En segundo lugar mostramos las cercanias y diferencias de esas propuestas con redefiniciones en el ámbito internacional sobre el llamado Desarrollo Alternativo. En tercer término interperlamos las políticas actuales que viene aplicando el gobierno y el mapa actual del “conflicto socialcocalero”.
Ese recorrido permite recoger algunos criterios a tener en cuenta en el diseño de la ruta de implementación del acuerdo 2 y de las acciones de aprestamiento para la ejecución de la nueva política.