Lo que no han logrado 41 reformas a 92 artículos ahora lo están logrando la corrupción y la parapolítica: acabar con las apuestas democráticas de la Constitución Política aprobada en 1991.
El escándalo por la corrupción en la Corte Constitucional puede atribuirse a pocas personas que han convertido el delito en su método de trabajo en el más alto tribunal del ordenamiento jurídico de Colombia. Pero desafortunadamente está arrastrando al colapso a la institución misma y desde allí, como en un castillo de naipes, sacude toda la estructura de las Cortes que sufren del mismo mal: unas y otras han sido progresivamente infectadas por lo más putrefacto de la política clientelista y por los aliados de quienes edificaron su poder sobre la base de asociaciones macrocriminales para apropiarse de lo público, de tierras o subsuelo y de rentas ilegales.
Autor
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Presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz – INDEPAZ. Magister en Economía, Ingeniero Químico. Especialista en Ciencias de la Complejidad. Ministro de Salud de la República de Colombia (1990 – 1992). Docente universitario (1968 – 1996). Firmante del acuerdo para convocar la Asamblea Constituyente (1990). Fundador – Director del Centro de Memoria y Paz. Autor de libros sobre desarrollo, ambiente y paz. Colaborador de negociacones de paz (1984 – 2024)
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