RESPUESTA DEL ELN A COLOMBIANAS Y COLOMBIANOS POR LA PAZ

Por Indepaz

Valoramos inmensamente el trabajo y tesón de Colombianas y Colombianos por la Paz, quienes abren opciones para hacer viable el Acuerdo Humanitario y también proyectan salidas al conflicto del país. Es importante mantener este intercambio epistolar, pero además es necesario realizar una reunión que nos permita analizar propuestas colectivas y con sentido de nación.

 

El Ejército de Liberación Nacional es una organización insurgente convencida de la necesidad de buscar una salida política al conflicto social y armado que padece Colombia desde hace ya medio siglo. Los últimos tres Congresos, máximos eventos democráticos en el ELN, han ratificado esta voluntad colectiva.

Pero, como en todo problema, siempre se requiere la voluntad de ambas partes para solucionarlo, y esa ha sido la triste realidad de Colombia. No siempre la insurgencia ha encontrado gobiernos con disposición de explorar soluciones, ni menos voluntad para construir verdaderas salidas de paz.

En esta oportunidad queremos responder los dos interrogantes que fueron planteados en su carta.

En primer lugar para el ELN no existen temas vedados en una eventual mesa de diálogos, siempre hemos planteado nuestra disposición para abordar el asunto de las retenciones en el ánimo de buscarle salidas, desde luego que junto a esta temática también deben tratarse las demás acciones contra la libertad de las personas, como son las desapariciones forzadas y los presos políticos, entre otras. Si no se tratan de manera integral todos estos dolores, seríamos injustos con la sociedad y con la historia. Una paz verdadera no puede quedar con deudas.

En segundo lugar, el proceso de diálogo tenía su curso, pero el gobierno colocó de manera unilateral precondiciones y exigencias, precipitando la mesa a una crisis, que requirió de la labor facilitadora del gobierno venezolano para recomponerla. Dicha facilitación fue solicitada de común acuerdo entre las partes. Pero en menos de una semana y antes de reanudar formalmente los diálogos, Uribe canceló de manera abrupta y unilateral la facilitación del vecino país, dejando sin ningún piso la credibilidad que se buscaba recomponer.

Hoy está interrogada la voluntad de paz de este gobierno, pues sus propuestas no pasan de ser una exigencia que pretende la desmovilización de la insurgencia para que todo siga igual, desconociendo las expectativas de la nación que entiende la paz como una dinámica constructora de la justicia social y la democracia verdadera.

De otro lado, la paz debe ser un camino de futuro construido colectivamente, por ello se requiere una participación protagónica de todos los sectores de la sociedad, esta sería la mejor garantía de seriedad y de futuro. Ningún gobierno puede sentirse dueño del país, es la población quien debe definirle lo que debe ser y hacer un gobierno.

En esta búsqueda de la paz al ELN no lo mueve ningún interés mezquino, o que pretenda sacar ventajas para sí, todo lo contrario, priorizamos el deseo de las mayorías, voces que siempre se han pretendido silenciar.

Seguimos esperamos del gobierno propuestas de paz coherentes, que interpreten al país, que tomen en cuenta las opiniones de otros sectores de la sociedad. El futuro de Colombia es el camino que entre todos debemos construir.

Valoramos inmensamente el trabajo y tesón de Colombianas y Colombianos por la Paz, quienes abren opciones para hacer viable el Acuerdo Humanitario y también proyectan salidas al conflicto del país. Es importante mantener este intercambio epistolar, pero además es necesario realizar una reunión que nos permita analizar propuestas colectivas y con sentido de nación.

 

COMANDO CENTRAL
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL
Montañas de Colombia
Mayo de 2009