El concepto del Procurador por más que intente mostrar imparcialidad y racionalidad jurídica, al procurar justificar el evento de la segunda reelección y quitarle relevancia a los múltiples errores en la elaboración de la ley de referendo, no hace más que confirmar la posibilidad de abusar del Derecho por parte de quien detenta el poder político o de sustentar decisiones jurídicas en las afinidades ideológicas.
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