El daño no es sólo hacer acusaciones temerarias y mal intencionadas, sino también ir inoculando el germen de la intolerancia, el dogmatismo y la superficialidad
El daño no es sólo hacer acusaciones temerarias y mal intencionadas, sino también ir inoculando el germen de la intolerancia, el dogmatismo y la superficialidad