Congreso-CRIC-1Los integrantes de la Mesa de la Habana parecen no dimensionar el alcance de la voluntad de los pueblos indรญgenas y afrocolombianos de tratar asuntos que les preocupan respecto al fin del conflicto. La aceptaciรณn que han hecho las partes en la Habana (gobierno nacional y negociadores de las FARC) de recibir a la delegaciรณn de la comisiรณn รฉtnica, mรกs parece una concesiรณn graciosa que una clara conciencia sobre la necesidad de realizar procesos de consulta con los diversos pueblos, atendiendo mandatos constitucionales y, ademรกs, blindando al proceso de situaciones conflictivas que se pueden presentar en la realidad de su puesta en marcha. Me refiero al comunicado conjunto No. 73 de la Mesa de la Habana, en la cual informan que el 21 y 22 de junio recibirรกn los aportes y propuestas de estas comunidades, que servirรกn de insumo en el marco del punto 6 de la Agenda del Acuerdo General โ€œimplementaciรณn, verificaciรณn y refrendaciรณnโ€, en el cual se expresa:

Las delegaciones en la Mesa nos encontraremos con 10 miembros de las comunidades indรญgenas, cinco personas escogidas por las organizaciones que hacen parte de la Mesa Permanente de Concertaciรณn Indรญgena y cinco seleccionadas por la Mesa de Conversaciones; asรญ como con 10 representantes de comunidades afrocolombianas, negras, palenqueras y raizales, cuatro personas escogidas por las organizaciones que hacen parte del Espacio Nacional de consulta previa de estas comunidades y seis personas escogidas por la Mesa; y dos miembros del Pueblo Rrom seleccionados por sus representantes en la Comisiรณn Nacional de Diรกlogo.

Me pregunto, para el caso indรญgena, ยฟsรญ en la Mesa Permanente de Concertaciรณn estรกn representadas prรกcticamente todos los pueblos indรญgenas de Colombia a travรฉs de sus autoridades y/o sus organizaciones nacionales, porquรฉ la Mesa de conversaciones de la Habana se reserva la selecciรณn de un nรบmero similar de personas de las comunidades indรญgenas?; este interrogante seguramente puede aplicar en el mismo sentido para el caso de las comunidades afrocolombianas, negras, palenqueras y raizales.

Sรญ los negociadores de las FARC y del gobierno nacional estuvieran realmente interesados en realizar un acercamiento con las comunidades indรญgenas del paรญs, se podrรญan dar por satisfechos de contar con un espacio plural de concertaciรณn con las mismas, con el cual se puede dialogar para avanzar hacia un proceso adecuado de fin del conflicto y para establecer mecanismos de consulta previa, libre e informada, al momento de la implementaciรณn de los acuerdos, en su relaciรณn con dichos pueblos y/o sus territorios.

Incluir a personas seleccionadas sin consultar con los pueblos indรญgenas, no deja de constituirse en un desconocimiento de las autoridades propias de los territorios y de sus procesos organizativos, y cambia el escenario planteado por la comisiรณn รฉtnica de paz consistente en un โ€œdiรกlogo entre pueblos indรญgenas, afrocolombianos, raizales y Rrom y la Mesa de la Habanaโ€ hacia un escenario de legitimaciรณn forzada de los acuerdos de fin del conflicto, a travรฉs de garantizar que personas allegadas al gobierno y/o a las FARC, o tal vez sus militantes, hablen en nombre de estos pueblos, mostrando artificiosamente que las posiciones de las organizaciones y/o sus autoridades tienen opositores en las comunidades, lo cual no deja de ser una verdad de Perogrullo, ya que ningรบn proceso organizativo o polรญtico tiene 100% de consenso entre sus integrantes y, por eso, en las comunidades indรญgenas son sus autoridades quienes hablan por ellas, representando a sus pueblos a travรฉs de procesos de democracia interna.

Es interesante constatar que la cuestiรณn hasta aquรญ esbozada deja de ser importante para el Consejo Regional Indรญgena del Cauca CRIC, pues sus comunidades, desde junta directiva realizada en febrero de 2016, no autorizan a sus delegados a ir a la Habana a dialogar con la Mesa de conversaciones, sino que plantean que รฉsta venga al Cauca. Con motivo de la โ€œMinga de de resistencia por la vida, el territorio, la dignidad, la paz y el cumplimiento de los acuerdosโ€ realizada durante las dos รบltimas semanas, han mandado una carta a la Mesa de conversaciones para que envรญe sus delegados al Territorio de Convivencia, Diรกlogo y Negociaciรณn de la Marรญa, Piendamรณ, de manera que se encuentren directamente con las comunidades y sus autoridades. Han entregado dicha carta al alto consejero para el posconflicto, Rafael Pardo, con el fin de hacerla llegar a la Mesa de conversaciones, y han notificado en el marco de la movilizaciรณn:
โ€ข Las comunidades del CRIC no aceptan ir a la Habana en el diรกlogo previsto entre comunidades indรญgenas y afrocolombianas con la Mesa de conversaciones..
โ€ข El CRIC plantea a la Mesa de la Habana que se pueda hacer una sesiรณn de la misma con las comunidades indรญgenas del CRIC en el territorio de convivencia, diรกlogo y negociaciรณn de la Marรญa, Piendamรณ, para tratar cuestiones como:
o Minas antipersonales y desminado humanitario
o Vuelta a casa de niรฑos y niรฑas.
o Reincorporaciรณn de excombatientes indรญgenas
o Jurisdicciรณn especial de paz y jurisdicciรณn especial indรญgena
o Desarrollo alternativo y soluciรณn al problema del narcotrรกfico
o Zonas de ubicaciรณn y/o zonas campamentarias
โ€ข Dicha reuniรณn debe darse antes de la firma del acuerdo definitivo entre las partes de la Mesa.

Por ahora lo claro es que el CRIC no irรก a la Habana, y que el Territorio de convivencia, diรกlogo y negociaciรณn de la Marรญa, Piendamรณ, y las comunidades indรญgenas que constituyen el mismo, se empiezan a preparar para recibir a los integrantes de la Mesa de conversaciones.

Henry Caballero Fula.

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