EMERGENCIA SOCIAL EN SALUD

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Desafortunadamente tendremos emergencia para cuadrarle el balance de fin de aรฑo a algunas poderosas empresas de la salud y para algunos discursos preelectorales, pero los problemas de fondo seguirรกn esperando hasta que esta sociedad se dรฉ cuenta que la crisis no es del no POS sino de todo el sistema de negocio montado desde 1993.ย 
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El gobierno ha anunciado la declaratoria de un Estado de ย Emergencia para afrontar la crisis que se presenta en el sistema de aseguramiento en salud y la noticia no ha merecido mayores comentarios ni reacciones ciudadanas. ย La Constituciรณn Polรญtica previรณ esa figura de excepciรณn para facilitar la adopciรณn de medidas urgentes cuando se presente una situaciรณn de grave amenaza al orden econรณmico o social ย imposible de conjurar con los instrumentos regulares. Y precisamente ese es el panorama del acceso a la salud por parte de 10 millones de colombianos pobres que encuentran bloqueadas las puertas a los servicios en hospitales que se declaran en quiebra por las deudas acumuladas en el FOSYGA.ย 
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Se habla del atraso en el pago de cuentas por cerca de 900 mil millones de pesos a las entidades de salud que atienden a la poblaciรณn subsidiada, por concepto – en mรกs del 60% – de procedimientos que han tenido que atender aunque no estรกn en la lista del plan de este rรฉgimen para pobres. ย La inequidad del sistema ha llevado a que las EPS no solo hagan discriminaciรณn segรบn el tipo de afiliaciรณn sino que tengan procedimientos deliberadamente dirigidos a discriminar con el criterio de ahorrar y ganar. Y del otro lado se generalizรณ la prรกctica de acudir a la tutela para exigir acceso a tratamientos especializados o para complacer a una demanda artificial de medicamentos costosos promovida por las multinacionales farmacรฉuticas. Asรญ se llegรณ a ย 500.000 tutelas por asuntos de salud desde la aprobaciรณn de la Ley 100 de 1993 y a un desajuste estructural de un sistema convertido en trรกfico de pacientes y de enfermedades como si fueran mercancรญas de supermercado o casino.
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La Emergencia Social en salud es anunciada por el gobierno para cuadrar las cuentas del llamado no POS y servirรก para algunas medidas de choque y cuatro o cinco paรฑitos tibios, pero con las carreras de fin de aรฑo es poco probable que corrija los problemas de fondo seรฑalados por la academia desde hace una dรฉcada y por la sentencia 760 de 2008 mediante la cual la Corte Constitucional le ordenรณ al gobierno una acciรณn extraordinaria ante el caos y la situaciรณn no constitucional de la acciรณn Estatal ante el derecho a la salud. En esa sentencia de 2008 se conminรณ al gobierno a cumplir lo prometido de igualar los planes de atenciรณn de los regรญmenes contributivo y subsidiado tal como se previรณ hace 16 aรฑos. Segรบn la Corte el plazo para cumplir esa obligaciรณn era octubre de 2009 y durante todo este tiempo, a pesar de estudios y promesas, se avanzรณ con expectativas en el caso de niรฑos y niรฑas y poco o nada en lo demรกs. En la misma Sentencia se conminรณ al gobierno a ofrecer cobertura universal, con aseguramiento y acceso a salud por parte de toda la poblaciรณn antes de enero de 2010 y la realidad es que solo se preparan las disculpas para disimular el desacato.
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Desafortunadamente tendremos emergencia para cuadrarle el balance de fin de aรฑo a algunas poderosas empresas de la salud y para algunos discursos preelectorales, pero los problemas de fondo seguirรกn esperando hasta que esta sociedad se dรฉ cuenta que la crisis no es del no POS sino de todo el sistema de negocio montado desde 1993.ย