Presentación
Durante las dos primeras décadas del presente siglo en los municipios de Caloto, Corinto, Jambaló, Miranda y Toribío, en el departamento del Cauca, se configuró el principal enclave productivo de marihuana del país. Esta actividad se abrió paso fácilmente y se convirtió en el principal sustento de miles de familias ante las dificultades que se presentaban para el desarrollo de las pequeñas economías
agrícolas tradicionales, étnicas y campesinas, las cuales fueron debilitadas por la apertura económica en la década de los noventa que priorizaron la importación de alimentos y el impulso de la agroindustria, en detrimento de políticas de desarrollo y fortalecimiento a los territorios con presencia de
comunidades étnicas y campesinas.
En medio de este escenario, se modificaron las relaciones sociales, se impactaron los procesos de gobierno propio indígena y emergieron nuevos modelos de regulación económica y social en los territorios, entre ellos los ejecutados por los diferentes actores armados que han hecho presencia en la zona. Actualmente estos modelos se encuentran en tensión, lo que ha desencadenado en graves vulneraciones a los derechos humanos de las comunidades, particularmente por la imposición de normas y por el actuar armado del Frente Dagoberto Ramos del Bloque Occidental Comandante Jacobo Arenas del Estado Mayor Central (EMC).
Hoy, la economía de la marihuana se encuentra en crisis al interior de estos cinco municipios por el bajo precio que se paga a los productores. Esta situación ha puesto en jaque a los diferentes modelos de regulación social y armados que se configuraron en torno a esta economía, incluso se han presentado escenarios de confrontación por la protesta de los productores, quienes durante unas semanas suspendieron la venta de sus cosechas. En el caso de las autoridades indígenas, esta realidad significa una oportunidad, pero también se convierte en un reto a la hora de encontrar alternativas de reconversión productiva que se conviertan en el sustento económico de las miles de familias que hoy viven de la producción de marihuana en el norte del departamento del Cauca.
Se calcula que en este enclave productivo existen entre 16.000 y 19.0001 cultivadores, cada uno con capacidad de producir aproximadamente 500 libras de marihuana al año en promedio. De este modo, la economía de la marihuana en el escenario de crisis actual tiene el potencial de generar al interior de estos cinco municipios la circulación de alrededor de 200.000 millones de pesos al año.
Por su parte, Indepaz, con el objetivo de aportar a la comprensión de esta economía y su impacto sobre las dinámicas sociales y el conflicto armado, adelantó un ejercicio de investigación en el que realizó varias jornadas de trabajo de campo y diálogo con actores de interés entre diciembre de 2023 y marzo de 2024. Sus resultados se exponen en el presente documento, el cual en sus dos primeras partes ofrece un contexto de la región Norte del Cauca y una breve aproximación histórica sobre la llegada del cultivo de marihuana a esta región; en la tercera parte, realiza una lectura crítica de la economía de la marihuana y su economía política, particularmente de sus modelos de regulación; en cuarto lugar, viene un relato sobre el papel de las mujeres en la economía de este cultivo enfocado en su labor como ´peluqueras´; en quinto lugar, se presenta una descripción y análisis de la economía de la marihuana y su impacto económico en los cinco municipios del enclave productivo; seguido, se relacionan algunas iniciativas de transición económica lideradas por las autoridades indígenas; por último, se presentan algunas conclusiones y recomendaciones para la transformación territorial.
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