Ese editorial de El Tiempo no es tan inocente
Camilo Gonzรกlez Posso
Presidente de Indepaz
28 de diciembre de 2024
El editorial de El Tiempo, publicado el 27 de diciembre, es una muestra del nivel de desinformaciรณn que tenemos en Colombia sobre la situaciรณn de las violencias y su relaciรณn con las polรญticas de paz. Toda la argumentaciรณn de este escrito se basa en lecturas equivocadas de cifras que se citan a medias solo para adornar un discurso preestablecido.
ยฟPor quรฉ se menciona solo que hay una leve disminuciรณn de los homicidios sin referirse a otros indicadores conocidos? El manejo de datos es a la ligera, sin fechas de referencia, pero eso es lo de menos. ยฟPor quรฉ no dice que segรบn informes serios en 2024, con respecto al aรฑo anterior, se presenta en Colombia una disminuciรณn del 1% en homicidios, 11% en secuestros, 14% en vรญctimas de masacres, 4% en actos terroristas? Hay que destacar que el Consejo Gremial Nacional ha publicado estas cifras en un informe basado en datos de la Policรญa Nacional, Medicina Legal y Mindefensa.
Esas cifras sueltas no permiten sacar conclusiones definitivas sobre la dinรกmica de la violencia o de la paz, pero no pueden ser ignoradas. Como tampoco las que traen organizaciones como la Misiรณn de Verificaciรณn de las Naciones Unidas segรบn las cuales en 2024 se registra disminuciรณn de asesinato de lรญderes sociales o las de la Defensorรญa del Pueblo que muestra una disminuciรณn de asesinatos de firmantes del acuerdo de paz de 2016. A todas ellas hay que agregar cifras de aumento en la extorsiรณn que se ha disparado en las grandes ciudades y en รกreas de presencia de grupos armados ilegales, el desplazamiento y confinamiento de comunidades que se registra sobre todo en la regiรณn del Pacรญfico, sin dejar de sumar el aumento del reclutamiento de adolescentes. Aรบn con este agregado de datos no serรญa posible decir que las altas o las bajas son producto del empeรฑo de este gobierno en recurrir al diรกlogo con grupos armados para disminuir violencias y desestructurar organizaciones criminales.
En todo caso un manejo riguroso de las estadรญsticas obligarรญa a no hacer generalizaciones ni correlaciones lineales y llevarรญa en cambio a meterse en un anรกlisis serio que distinga entre la violencia de la criminalidad comรบn o urbana y la que estรก asociada a la recomposiciรณn de fracciones de grupos armados herederos de la subversiรณn o del paramilitarismo.
ยฟDe dรณnde saca el editorialista que los grupos armados que estรกn en conversaciones con el gobierno son los responsables de un aumento en los secuestros? La cifra general dada, que trae el mencionado informe de los empresarios, dice que hay disminuciรณn en el total. Tambiรฉn hay cifras que muestran incremento de secuestros en Atlรกntico, Antioquia, Cauca, Norte de Santander y Valle del Cauca ยฟSe puede decir, como sugiere, que se debe a las fallas que acompaรฑan las conversaciones de paz? Al fin ยฟcuรกl es la relaciรณn? ยฟCon la disminuciรณn general o con el aumento en ciudades?
En el Mecanismo de Verificaciรณn que estรก funcionando no se registra en 2024 aumento de secuestros por parte del EMBs FARCEP que estรก en la mesa de conversaciones. ยฟQuรฉ fuente tiene para contradecir? El otro dato que trae el editorial para sustentar la descalificaciรณn a los diรกlogos es el aumento del reclutamiento de niรฑos y niรฑas por parte del ELn y del grupo que encabeza Calarcรก: lo afirma asรญ no mรกs como si semejante asunto no necesitarรก siquiera una fuente digna de atenciรณn. En lo que se refiere al mencionado Calarcรก deberรญa al menos indagar con la Misiรณn de Naciones Unidas, la MappOEA y las iglesias que hacen un seguimiento y verificaciรณn al cumplimiento de compromisos firmados en la mesa de conversaciones. Se llevarรญa la sorpresa de un control permanente al reclutamiento de menores de 15 aรฑos y en cambio el aumento de denuncias sobre proselitismo en las escuelas y reclutamiento inadmisible de adolescentes de mรกs de 15 aรฑos que justifican con una supuesta observancia de limites seรฑalados en el DIH. La realidad es mรกs gris de lo que sospecha.
Las apreciaciones sobre la expansiรณn de los que estรกn en conversaciones con el gobierno y la caracterizaciรณn de todos, sin matiz ni distinciรณn alguna, como โestructuras criminales trasnacionalesโ, son otra afirmaciรณn dogmรกtica. (Se dice de aquellas que se reclaman verdaderas por la sola opiniรณn o palabra de autoridad de quien se las inventa).
Sobre la expansiรณn del ELN hay varias hipรณtesis: Unas se basan en registros que muestran en los dos รบltimos aรฑos eventos de cualquier tipo en mรกs municipios, aunque no hay crecimiento de รกreas llamadas de control tradicional o de alta presencia recurrente. Otras hipรณtesis destacan la reducciรณn de capacidad del ELN por pรฉrdidas en Nariรฑo con la ruptura de Comuneros del Sur, o de territorios en Choco, Bajo Cauca y Sur de Bolรญvar por disputas con el Clan del Golfo. En el plano polรญtico las encuestas, siempre discutibles, muestran que el ELN ha perdido credibilidad e incluso imagen como grupo con objetivos polรญticos. Por lo menos puede decirse que tiene un retroceso estratรฉgico frente a sus pretensiones insurgentes y de influencia en los centros urbanos y entre la juventud. Es cierto que su principal baluarte estรก en Venezuela y eso le da puntos de apoyo extraterritorial y distancia creciente ante los procesos sociales y polรญticos en el paรญs. En fin ยฟentre unas y otras cual es el balance? No es tan simple como hacer sumas y restas.
Un editorial no es un tratado de sabidurรญa sino un conjunto de opiniones, pero este que comento estรก lleno de frases de rutina como las que se refieren al crecimiento de las disidencias posFarc: ยฟCrecen porque el gobierno renunciรณ a la iniciativa militar y en particular a la aviaciรณn? ยฟFalta garrote y sobra zanahoria que confunde a las fuerzas armadas ante tanta conversaciรณn de paz?
Lo primero que hay que indagar es si en realidad el crecimiento en reclutamiento y extorsiรณn/exacciรณn por parte de estos grupos equivale a un fortalecimiento en estos dos aรฑos con respecto a la situaciรณn anterior y posterior a los acuerdos de 2016. No puede omitirse que la recomposiciรณn de estas disidencias y reincidencias post FarcEP se dio desde 2017 en medio de las vicisitudes de la mala implementaciรณn de los acuerdos de paz, incumplimientos en las reformas y velocidad en la adopciรณn de una polรญtica de guerra con carta libre al garrote y a los bombardeos que algunos aรฑoran.
En seis aรฑos entre 2017 y 2022, de garrote y aviones, todos estos grupos crecieron y se reorganizaron con expresiones locales e intentos de coordinaciรณn regional. El nuevo ingrediente ha sido el diรกlogo y en algunos casos acuerdos de respeto a la poblaciรณn civil en condiciones de cese de operaciones ofensivas de lado y lado. ยฟSe han fortalecido en estos dos aรฑos? Es cierto que hay evidencias de mayor capacidad de control y sometimiento de comunidades en algunas zonas de su tradicional influencia y pretensiones de llegar a otras nuevas. Tambiรฉn es evidente que han fracasado en la pretensiรณn de pasar de grupos locales a frentes coordinados y a una gran centralizaciรณn. El sueรฑo de Gentil Duarte de refundar las FARC EP reconstruyendo los frentes que existรญan antes de 2016 se volviรณ una pesadilla de enfrentamiento entre fracciones y fracciones de fracciones como sucede en el sur occidente. Esa eclosiรณn es solo la muestra actual de la inexistencia de un proyecto nacional insurgente y de la dinรกmica de fraccionamiento que marca a grupos que se reproducen en funciรณn de micropoderes locales y disputa de rentas.
Como el editorial del 27 de diciembre, que pudo haber salido tambiรฉn el 28, solo piensa en el dรฉficit de garrote, entonces deja la impresiรณn de que mientras sucede el desastre la fuerza pรบblica ha entrado en un estado de hibernaciรณn y quizรก todo estรก relacionado con la falta de partitura. Es lo que se llama una construcciรณn sofista, con verdades a medias o cifras a la ligera, se sacan conclusiones que dan la impresiรณn de ser verdaderas.
Nada de lo dicho y contradicho es suficiente para decir que ya es positivo el balance de la polรญtica de diรกlogos para la paz o para la sujeciรณn a la justicia de grupos armados ilegales. Solo sirve para decir que ese editorial de pretendido balance de la paz total es una muestra del mal manejo de cifras y de frases sueltas para descalificar los diรกlogos de paz y sostener que lo que lo que mas le falta a la polรญtica es dejar de amarrar a la fuerza pรบblica y de dar ventajas a grupos ilegales.
Al editorial de El Tiempo del 27 de diciembre le falta, entre muchos, preguntarse porquรฉ los grupos armados ilegales que mas expansiรณn han tenido en los รบltimos aรฑos han sido el Clan del Golfo y las disidencias que tienen presencia en el Cauca. Con estos no hay cese al fuego ni las consiguientes suspensiones de operaciones ofensivas. No puede decirse que la polรญtica de paz actual las tenga en โhibernaciรณnโ. Por otro lado, en las mesas de diรกlogo que han funcionado no hay una sola lรญnea que prohรญba a la fuerza pรบblica perseguir la extorsiรณn y los atentados contra la poblaciรณn. Por el contrario todos los acuerdos y protocolos firmados seรฑalan expresamente que aรบn en condiciones de cese al fuego bilateral no hay territorio vedado para el cumplimiento de las obligaciones constitucionales de los agentes del Estado.
No es esta la ocasiรณn para intentar un balance de la paz total y seรฑalar avances y debilidades que deben considerarse. Como estamos en el dรญa de los inocentes, es muy probable que estas notas sean publicadas este aรฑo o el otro en la pรกgina editorial de El Tiempo. Y que allรญ se le dรฉ cabida a la segunda parte de este pretexto.