Bogotá, 9 de mayo de 2021
¿SE NECESITA UNA REFORMA TRIBUTARIA?
Diego Otero Prada
Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica-ACECRI
Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas-ACCE
Qué tipo de reforma tributaria se requiere
Sí se requiere una reforma tributaria, pero no por las razones de los ortodoxos. No se necesita una reforma tributaria por razones de sostenibilidad fiscal y deendeudamiento público.
Me explico, el poder de colocar impuestos de los gobiernos tiene varios objetivos, y uno de ellos, es el de contribuir a mejorar la distribución de ingresos y acabar con las injusticias.
Así visto, la reforma tributaria de Colombia debe concentrarse en definir unos impuestos progresivos y gravar fuertemente a los altos ingresos y a las empresas, especialmente las del sector financiero que no tienen ninguna utilidad social, es capital ficticio improductivo como lo llamaba Carlos Marx. Gravar la tierra improductiva, para lo cual el impuesto predial es un arma efectiva. Acabar con las exenciones, bonificaciones y subsidios de todo tipo a las empresas que no tengan sentido, muchas de ellas que vienen de hace años, como las del sector hotelero. Ideas hay muchas, solo falta hacerlas efectivas.
Bajar gastos innecesarios
Romper con la evasión fiscal y la corrupción. Parar el gasto militar, nada de tanquetas para aterrorizar a los ciudadanos, prohibidas en muchos países del mundo, así como drones de vigilancia a las personas que va contra los derechos humanos; eliminar los gastos suntuarios para las Fuerzas Armadas, así como el fortalecimiento y ampliación del ESMAD, que solo sirven para atentar contra la ciudadanía; nada de aviones jets para invadir a Venezuela bajo instrucciones de los Estados Unidos.
Eliminar los gastos suntuarios del Estado, como los altos salarios para los magistrados, los parlamentarios y la justicia en general, que son medidas para cooptar a estos funcionarios. Eliminar gastos como propaganda para mejorar la imagen del presidente Iván Duque, pago de asesores innecesarios, gastos de viaje, viáticos, publicidad. Ser austeros en el gasto, que no quiere decir, como lo pretenden los gremios, achicar al Estado dentro de su visión de pura ortodoxia neoliberal, como votar empleados y bajarles los salarios. Nada de atentar con los empleados públicos congelándoles los salarios, que es la pura ortodoxia neoliberal.
Colombia tiene soberanía monetaria restringida
Colombia es un país con soberanía monetaria restringida. Tiene su propia moneda, el peso, se puede endeudar en pesos y en teoría podría utilizar emisión monetaria o un crédito del Banco de la República.
Sin embargo, al endeudarnos en dólares o euros, caemos en manos de las organizaciones internacionales y las calificadoras de riesgo, que solamente sirven a los intereses del capitalismo financiero, el verdadero poder en esta transformación del capitalismo.
Hay que emitir
Por otra parte, la constitución de 1991 es muy neoliberal en lo económico y puso una talanquera muy grande para que el Banco de la República pudiera emitir o prestarle recursos al Gobierno nacional, al colocar como condición que para que esto se diera tendría que ser aprobado unánimemente por los miembros de la Junta directiva del Banco de la República. Es decir, un imposible dado que todos los miembros actuales y el gerente del Banco de la República, un neoliberal anticuado, se opondrían. Sería necesario cambiarlos a todos y modificar la constitución en este punto como en otros de tipo económico.
Acabar con la regla fiscal
Igualmente, acabar con la regla fiscal, otra ley neoliberal diseñada para que el estado no pueda cumplir su deber constitucional de llegar al pleno empleo, y cuyo objetivo es empequeñecer al estado.
El estado puede gastar
El estado no es un hogar. Los estados no quiebran. El nuevo paradigma de la Teoría Monetaria Moderna-TMM afirma que primero se gasta y después se colocan impuestos. Pero fuera de los impuestos hay otras fuentes para financiar una renta básica y una Garantía de Empleo por el gobierno, con salarios decentes, no iguales al nivel de la pobreza, que es una burla. Debería definirse un salario mínimo para un empleo garantizado por el estado para los desempleados o, equivalentemente, el valor de una renta básica. Habría que pensar en obtener 45 billones de pesos anuales, que se puede.
En Colombia, hay que aplicar las políticas que defiende la TMM, que son endeudarse en pesos, emitir, o que el Banco de la República le dé un préstamo al gobierno. Adicionalmente, que el déficit fiscal y el endeudamiento público no son demonios. Que el déficit fiscal se requiere para para llegar al pleno empleo. La TMM propone un Garantía de Empleo garantizada por el gobierno, con un salario digno que responda a unas necesidades básicas, para los desempleados que lo acepten voluntariamente, mientras la economía crece para aumentar el empleo. Así, van disminuyendo estos empleos garantizados por el gobierno, o sea, al comienzo el esfuerzo es grande, pero con el tiempo este disminuye.
Hay otras alternativas de ingresos en Colombia.
*Por ejemplo, derogar la reforma tributaria de 2019, que podría dar unos 15 billones de pesos.
* Eliminar exenciones, bonificaciones, subvenciones que pueden alcanzar más de 20 billones de pesos, que benefician a los ricos y las empresas sin ninguna justificación, en general, a menos que provengan de un plan de desarrollo industrial y agropecuario bien diseñado.
* Realizar un trabajo serio de control a la evasión que puede ser de cerca de 30 billones de pesos por año
* Guerra a la corrupción, que fácilmente puede llegar a recuperar 50 billones de pesos anuales.
* Acabar los paraísos fiscales
Recursos es lo que hay. Lo que se requiere es voluntad política, y esto lo veo muy difícil con el actual congreso de la república y el atraso de las élites gremiales que impiden soluciones verdaderas, que solamente piensan en sus intereses particulares. Es necesario un cambio político en que el poder lo ejerza una coalición de fuerzas democráticas y progresistas
Fortalecer la unidad latinoamericana
Hoy es muy claro que se requiere una alianza latinoamericana y fortalecer al sector financiero público de la región, con mecanismos tales como se propuso en el pasado del Banco del Sur. El capital financiero internacional es un freno a la independencia y a tener economías sólidas para beneficio de los pueblos latinoamericanos. De ahí que una propuesta es la DE que las deudas externas se renegocien para tener espacio para gastar por los gobiernos.
Acabar con las reglas
En Colombia como en Europa y otros países, las reglas que imponen límites al déficit fiscal y al endeudamiento público fueron hechas a dedo. No hay ningún estudio serio de por qué el déficit fiscal no puede ser superior a 2, 3 o 4 por ciento. Hoy en Europa se discute eliminar esas reglas y dejar que cada país decida qué es lo mejor. Hay que hacerlo igualmente en Colombia.
Acabar con las casandras sobre el déficit fiscal
Hay que dejar la obsesión por el déficit fiscal y el temor al endeudamiento público, ideas claves de los ortodoxos, que ya muchos países comienzan a olvidarse porque limitan el crecimiento para alcanzar el pleno empleo. Acabar con el mito de la sostenibilidad fiscal y del endeudamiento público, ideas puramente ortodoxas en que algunos progresistas caen en estas trampas.
Si la economía colombiana creciera 5 por ciento en 2021, el déficit fiscal bajaría de 8,2 por ciento en 2020 a 6 por ciento o menos en 2021. Y si en los siguientes años las tasas de crecimiento estuvieran por encima del 4 por ciento, el déficit fiscal bajaría alrededor de 3 por ciento. Pero, con simplemente derogar la reforma tributaria de 2019, los déficits fiscales se reducen sustancialmente.
En la economía pasa como con la pandemia del Covid-19, hay voces apocalípticas, que quieren infundir miedo, hablan barbaridades sobre la situación fiscal y el endeudamiento público, que va a darse cesación de pagos, todas son profecías que no aguantan un análisis serio con modelos macroeconómicos y un manejo estadístico riguroso.
Así como las profecías apocalípticas del Covid-19 han fallado, lo mismo ocurrirá con el pavor neoliberal sobre la supuesta no sostenibilidad fiscal y del endeudamiento público.
Demos de baja al neoliberalismo, y entremos a aplicar las teorías heterodoxas, como la de la Moderna Teoría Monetaria. Hay que acabar con el paradigma neoclásico ortodoxo. Reitero, el Estado no es un hogar, puede tener déficits fiscales, endeudarse, emitir o recibir créditos del Banco de la República. Lo que hoy se requiere es gastar para llegar al pleno empleo.