El comandante ya tiene quien le escriba.

Por Henry Caballero Fula

El comandante máximo de las FARC sabe, al abrir estas cartas, que no las remiten sectores del pueblo que saludan su lucha como parte de un gran rio en el cual los unos y los otros están de la misma orilla, como él mismo ya lo había expresado en una misiva anterior a la ACIN. Son cartas que le reclaman, que le exigen, que señalan la lucha del grupo guerrillero que comanda como contrarias al sentir de los pueblos indígenas y que incluso le acusan con hechos y argumentos de tener un plan sistemático para la desaparición de los mismos.