Por: Dharmadeva
Hace ya dรฉcadas estaba pronosticado que llegarรญa el momento en que tener una semilla serรญa un crimen. Parecรญa ciencia ficciรณn imaginar que un campesino no podrรญa guardar semillas para la prรณxima cosecha, como lo habรญa venido haciendo por milenios. Sin embargo, es un hecho.
Despuรฉs de la firma del TLC con los Estados Unidos y de la expediciรณn de normas como la Resoluciรณn 970 del ICA, la Policรญa Nacional, siguiendo las instrucciones de los funcionarios del ramo azuzados por las multinacionales dueรฑas de las semillas, ha comenzado a maltratar a campesinos y agricultores, a arrojar toneladas de comida al basurero y a penalizar a quienes no sirvan los intereses de los nuevos dictadores de la alimentaciรณn. El documental de Victoria Solano en youtube, que me impulsรณ a escribir esta columna, es una denuncia aterradora. Si el campesino enfrenta el monopolio de las corporaciones y guarda sus semillas ยซpatentadasยป, se va para la cรกrcel o paga enormes multas. Estamos en las manos de las multinacionales y de lo que quieran meternos a la boca, a los precios que quieran.
Nuestros dirigentes, ciegos codiciosos, optaron por proteger una docena de semillas extranjeras genรฉticamente modificadas antes que proteger el patrimonio de miles de semillas que habรญan sido descubiertas o adaptadas y amadas por siglos en Amรฉrica. Y nunca les contaron a los campesinos que esto les sucederรญa a menos de un aรฑo de la firma del TLC, ni los prepararon para la catรกstrofe.
Y despuรฉs pretendemos que haya paz en un paรญs que deja a sus cultivadores en la inopia. Un exembajador con rabo de paja se atreve a decir que ยซHay actores que sueรฑan con una Colombia sujeta a un modelo econรณmico arcaico que impondrรญa restricciones que limitarรญan severamente el desarrollo agropecuarioยป. Ese modelo โarcaicoโ, sin embargo, ha logrado en la historia de la agricultura cientos de miles de semillas que los neoliberales querrรญan convertir en tres o cuatro: maรญz de los matones de Monsanto, arroz, algodรณn y soya de Syngenta o Dupont. Con estas simientes y sus inseparables agrotรณxicos, quisieran sembrar sus tierras de la altillanura, como le estรก pasando a la ยซRepรบblica Unida de la Sojaยป en el Cono Sur. Nunca la humanidad habรญa arrojado al agua y a las tierras tantos venenos juntos, ni deforestado asรญ las selvas en nombre del โdesarrollo agropecuarioโ.
Y esta sacrรญlega manera de patentar la vida se escuda en la mentira que nos venden de la seguridad alimentaria. Los medios se encargan de seguir diciendo que las nuevas semillas ยซmejoradasยป dan mรกs rendimiento y podrรกn alimentar a la creciente poblaciรณn del mundo. Pero estudiando la revoluciรณn verde vemos que la aseveraciรณn es falsa y hay granjas de agroecologรญa que demuestran que rinden mรกs las semillas colectivas logradas a pulso por los conocedores de la tierra y sus frutos en milenios de trabajo con la tierra, que las semillas privadas de los nuevos dictadores. ยกHay que pelear de nuevo por las semillas libres!